Planteada la pregunta si se debe rechazar proyectos por motivos éticos, Baselga respondió: “Yo entiendo la ética a la hora de proyectar, ser honrado y no prescribir cosas que no hace falta. Se tiene que ser ético con el proyecto y siempre tiene que haber unos mínimos que cumplir. Si no somos éticos, ¿cuál será nuestro futuro?”. Sobre la conciencia ecológica, la decana dijo que ésta “pasa por el sentido común. No me parece bien esta moda, quizás inducida, porque siempre tiene un doble discurso: no se puede hacer esto, pero en cambio se construye en desiertos, por ejemplo. Lo más importante es trabajar siempre desde el sentido común y esto implica evitar un consumo excesivo”. Para María Encarnación Mena, “la conciéncia ecológica cada vez es más grande. Se tiene que pensar en las nuevas generaciones”.
Sobre la importancia de los premios en la profesión, Baselga opinó que “nunca tiene que ser un punto de partida. Siempre es un reconocimiento a posteriori y, evidentemente, si consigues un premio podrás difundir más tu trabajo, pero nunca se tiene que proyectar para ganar un premio”. Para José Ángel Obeso, decano del Colegio de Vizcaya, “el premio es el cliente fiel que reconoce mi trabajo”.
La decana del CDICV fue muy crítica con la percepción que la sociedad tiene de la profesión. “La gente tiene una idea muy concreta de nuestro trabajo. Piensa que es un trabajo muy superficial y que no va más allá del color y la forma. Hay que provocar un cambio de mentalidad entre las personas”. Sin embargó, reivindicó el trabajo, en este sentido, que está desarrollando el Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunidad Valenciana para revertir esta imagen. “Hemos luchado mucho mediante acciones interesantes que han permitido captar al profesional. Pero también es cierto que la obligatoriedad no se acaba de entender”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario