22.11.11

Elche acoge el encuentro DCAW 2011

El primer fin de semana de noviembre se celebró en Elche, un encuentro provincial entre empresarios, profesionales y estudiantes de los sectores del diseño, el arte y la creatividad en el que participaron algunos colegiados del CDICV. Manuel García participó, junto a los diseñadores Martín Azúa y Currro Claret, en el Foro romano, un debate dinámico entre el público, representantes de empresas y los ponentes. Tono Lledó, por su parte, propuso en el Centro Cultural L'Escorxador una reflexión/debate sobre la incorporación del diseño gráfico a los espacios interiores y públicos. También asistieron los interioristas colegiados Pedro Díaz, Virginia Galvañ y Elior Vidal, del estudio de Ángel Cremades.
Los objetivos de DCAW son generar una cultura de diseño entre los empresarios y la sociedad alicantina, que los sectores económicos comprendan el valor que aporta el diseño a sus empresas y productos y, finalmente, ofrecer una alternativa provincial a los diversos eventos sobre diseño.




18.11.11

nANUFACTURE, rompiendo la barrera interior/exterior


Estilos de vida, la sección de La Cartelera de Levante-EMV con la que colabora el Colegio, a través de los textos del interiorista Fernando Ortuño y las imágenes de Héctor Rubio que sirvieron para ilustrar la guía urbana editada por el CDICV, entra el nANUNFACTURE, local dedicado al mundo del diseño para bebés.
Al hablar de su interiorismo, y para entender el proyecto, tenemos que hacer referencia a la otra profesión de sus propietarios, Noelia y Carlos, el diseño gráfico. Situado en los bajos de una edificación de 1930, la intervención en su fachada ha sido mínima, conservando así la configuración original de su arquitectura. La entrada se encuentra retranqueada, permitiendo la ubicación de escaparates a ambos lados de la puerta, y resuelta en carpintería metálica negra y cristal.
Una vez en el interior, nos daremos cuenta de la continuidad del propio pavimento de la acera, con el que también se ha resuelto el pavimento del local y que le aporta un estilo urbano rompiendo la barrera entre exterior e interior. El local, en su configuración, se nos presenta diáfano, con sus paredes y techos sin revestir, pintados de blanco, sin falsos techos, con la instalación eléctrica vista y mostrándonos su estructura. En sus paredes, y marcadas por unas líneas de color verticales, encontramos estanterías modulares de hierro galvanizado y madera, estantes blancos y parrillas metálicas que hacen de soporte al producto, así como, distribuidos por su superficie, algunos módulos grises con ruedas industriales y un pequeño mostrador.
Uno de los puntos a destacar es la imagen gráfica que se encuentra presente sobre sus paredes, prácticamente en todo el espacio, en forma de textos y dibujos, y que le confieren su personalidad.
La iluminación ha sido resuelta con una bandeja de instalaciones perimetral que hace de soporte para las luminarias y tres bolas de papel de arroz que le aportan una iluminación más cálida.
El eslogan define este local a la perfección: Brazos, teta y rock&roll.

16.11.11

Modus Vivendi, en Castellón

Por cortesía de Vivecastellon, que nos ha cedido las fotografías del reportaje que realizaron de la inauguración de Modus Vivendi, y del colegiado Juan Antonio Pascual, os podemos mostrar algunas imágenes de la exposición itinerante organizada por el Colegio, y que puede verse en el Museu de Belles Arts de Castellón hasta el 27 de este mes (martes a sábado, de 10 a 20; domingos, de 10 a 14). Estas primeras coprresponden al espacio expositivo, en el Patio de Etnología del centro cultural.






En esta otras fotos, un poco del ambiente que se vivió en la inauguración. Asistió un nutrido grupo de colegiados y de representantes de las empresas que han colaborado en la muestra: Saloni, Infiniti Arq, Cosentino, Alu Red, Alea Innovaciones Tecnológicas, Ros Logístic, Bodegas Emilio Clemente, Llum 5, Galerías Bernad, Cartonajes La Plana, Bodegas Les Useres, Bodegas Masía de La Hoya y Bubble Rótulos.








En cada uno de los tres jueves que coinciden con la exposición se ha programado una mesa redonda sobre el interiorismo. En la primera, Vender la ciudad a través del diseño, participaron los colegiados César Canós y Miguel Sánchez Delgado, además de Inés Casanova, técnico de turismo, Carlos Manuel Martín-Lorente, director del Escuela de Hostelería y Turismo de Castellón, y Pedro Salas, jefe de cocina del restaurante Aqua. Aquí tenéis algunas fotos de este acto.





Mañana se celebra la segunda mesa redonda, Aquí estoy yo. Diseño interior como valor diferenciador, que contará con la participación de José Luis Verchili, presidente de la Asociación de Comerciantes Centre Ciutat Castelló; Joaquín Serrano, de A,F&S Asociados; Pablo Urbea, managing director de OUT's.; y los diseñadores de interiores colegiados Beatriu Benlliure y Fran Clausell. Al finalizar la mesa redonda tendrá lugar una cata de vinos por cortesía de Bodegas Les Useres en la sala de exposición.

11.11.11

Riff: sutileza, arte y transparencias

El artículo de Fernando Ortuño en La Cartelera de Levante-EMV se acerca esta semana a otro proyecto de Andreu Alfaro Hofmann: el restaurante Riff, que también aparece en la guía urbana del CDICV.

"El interiorista valenciana realizó este proyecto tras un curioso briefing,que consistió en que Bernd Knöller les mostrara sus creaciones gastronómicas en una comida en su antiguo restaurante (El Ángel Azul) y tres premisas: no quería fotos en las paredes, el espacio entre las mesas de la sala tenía que ser lo suficientemente amplio para que se pudieran rodear al servirlas y, por último, la cocina tenía que tener una salida independiente a la calle. Andrés Alfaro tomó el encargo y creó un local sutil, que hoy, diez años después, sigue conservando toda su esencia".

"El Riff es un restaurante donde, antes de entrar, deberemos abrir nuestros sentidos, para así disfrutar del diseño y, ya a la mesa, de una de las mejores evoluciones que la cocina mediterránea ha tenido dentro y fuera de nuestra ciudad", concluye Fernando Ortuño.

10.11.11

Modus Vivendi: lo que veremos


La exposición Modus Vivendi recala en el Museu de Belles Arts de Castellón tras una singladura que se inició en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento de Valencia y ha tenido otras dos paradas: Feria Valencia y Alicante. Los que todavía no la hayan visto, tienen otra oportunidad de visitar esta muestra sobre interiorismo en la que ha colaborado el IMPIVA. Se inaugura esta tarde, a las 19 horas, y podrá visitarse hasta el 27 de noviembre (martes a sábado, de 10 a 20; domingos, de 10 a 14). Además, cada uno de los tres jueves se ha programado una mesa redonda sobre el interiorismo. En la primera, "Vender la ciudad a través del diseño", esta tarde, participan los colegiados César Canós y Miguel Sánchez Delgado, además de Inés Casanova, técnico de turismo, Carlos Manuel Martín-Lorente, director del Escuela de Hostelería y Turismo de Castellón, y Pedro Salas, jefe de cocina del restaurante Aqua.


El Colegio ha reunido en esta muestra retrospectiva 46 trabajos de interiorismo representativos de la última década desarrollados por profesionales colegiados. Modus Vivendi combina proyecciones audiovisuales con material digital e interactivo. El título en latín apela, por una parte, a los estilos de vida, y por otra, a la actividad mediante la cual una persona se gana la vida. Ambas acepciones se ajustan a lo que la exposición quiere reivindicar: los diseñadores de interior crean los diferentes espacios donde vivimos y los hacen de manera profesional. Con el objetivo de transmitir los distintos ámbitos de actuación de los interioristas, Modus vivendi se divide en cuatro tipologías de espacios: domus (residenciales), commercium (locales comerciales), ephemera (espacios efímeros) y labor (espacios de trabajo).


Sobre el primero, Anatxu Zabalbeascoa, periodista de El País especializada en arquitectura y diseño, escribía en el catálogo de la exposición que “el ideal romano de casa sigue sin encontrar mejora. (...) las mejores viviendas nuevas, en pisos, adosadas, o unifamiliares, reinterpretan ese papel del patio como el origen de la mejor vida doméstica. Ya sea abriéndose a un jardín o a unas vistas desde una zona común”. Respecto a los locales comerciales, que en Modus Viviendi están representados por una docena de proyectos, Marcel Benedito, director de las revistas Casa Viva y Proyecto Contract, opinaba que “para arropar el producto, el espacio recrea una atmósfera que, en ocasiones, representa los valores de la firma mucho mejor que su propia oferta”. Los espacios efímeros, a juicio de Ana Varela, directora de la revista Pasajes Diseño, “tienen la frescura de lo inmediato y gozan de la libertad para arriesgar y ser tremendamente propositivos y experimentales, permitiendo realizar avances significativos en los modos de tratar el espacio”. Por último, José María Faerna, director de la revista Diseño Interior,  afirmaba en el catálogo que “la diversidad de las oficinas diseñadas por interioristas valencianos observa un sutil hilo común: llevar al interior esa nostalgia constante de la cálida luz de afuera, tamizándola, atenuándola para modularla”.


Carmen Baselga, decana del CDICV, destaca que “la alta participación de los colegiados en este proyecto es un índice de la necesidad que tenemos de unir nuestras fuerzas como colectivo para dar a conocer a la sociedad qué es exactamente lo que hacemos. Nuestro trabajo está más presente de lo que algunos puedan creer. Sin embargo, muchas veces esto no se conoce, no se sabe bien cuáles son nuestras capacidades profesionales, nuestros límites de actuación. Por eso hemos querido utilizar la fuerza de la imagen, de la imagen colectiva, con las aportaciones de todos”.


Los interioristas cuyo trabajo aparece en Modus Vivendi son Andrés Alfaro Hoffman, Fran Clausell, Ángel Cremades, Isabel de Alzaga, Elvira de Gracia, Puri de Gracia, Irene Gimeno, Tomás Ivorra, Beli Ardite, Tono Lledó, Simeón Palomares, Rafael Martínez Ortí, Carmen Aranda, Carlos Pinazo, Javier Pastor, Gustavo Ten, Raquel Pineda, Esperanza Botella, Pedro Blaya, Vicente Ros, Pau Ros, Antonio Salinas, Alyán J. Arboleya, Víctor Colorado, Cristian Marx, Salvador Villalba, Olga Villaplana, Vanessa Cot, Pedro Díaz, Francisco Galvañ, Virginia Galvañ, Manuel García, Yolanda Gimeno, Ana Ramón, Alejandro Guijarro, Rafael Landete, Julio Guixeres, Iván Ibáñez, Marisa Julián, Verónica Montijano, Nacho Moscardó, Vicente Navarro, Juan Antonio Pascual, Carmen Baselga, Paco Costa, Pilar Turpín, Neli Domínguez de Juan, Josep Rua, Antonio Lloret, Serafín Redondo, Carlos Pinazo, Olga Furió, María Tortosa, Javier Sanchís, Jorge Belloch, Begoña Blasco, Lourdes Capilla, Camilo Subirá, Isabel Chover, Pepe Cosín, Carlota Rodríguez, Mónica Vivó, Alicia Terren, Rafael Martínez, Alicia Ferrer, Jorge Ribera, Marina García, May Más Torres, Tomás Amorós, Rafa Muñoz, Víctor Mollá, Xavier Pastor, Ángel Pérez, Flora Cremades, Eduardo Corbí, José Manuel Tejedor, Fernando Ferrán, María Jesús Vázquez y Alejandro Morales. Como afirma Leslabay, “el diseño interior es rentable, tanto para los intereses privados como públicos, y es útil para toda la sociedad porque su principal objetivo es mejorar la calidad de vida de todas las personas”.

8.11.11

A propósito de Modus Vivendi


(Artículo de Wenceslao Rambla, catedrático de Estética y Teorías de las Artes de la UJI, para el catálogo de la exposición de Modus Vivendi, que se inaugura el 10 de noviembre en el Museu de Belles Arts de Castellón).
En un principio, el hombre desnudo comprobó que su primer caparazón, su propia piel, no bastaba para resguardarle de las inclemencias del tiempo. De ahí que buscase proveerse de un segundo caparazón: el vestido; pero como este no bastaba para preservarle, es por lo que pronto considerase la urgencia de encontrar un tercer caparazón: la casa. Y así, primero encontró una cueva; lo que le llevaría a continuación a construir otros abrigos más fiables y adaptados al medio: un palafito, de vivir en un lugar pantanoso; una cabaña, de estar en un frondoso bosque; una construcción de piedra, de hallarse en un descampado... Y en esa tesitura trató de buscar el material y la “forma” más adecuada para ese propósito: el de disponer de un hábitat donde desarrollar su vida lo más seguro posible. Y como esta ha venido a realizarse en diversos ámbitos, de acuerdo con las diferentes actividades que iba a acometer, es por lo que, además de su vivienda, hubo de proyectar espacios específicos para llevarlas a cabo; o sea, para el comercio, el trabajo fabril, el sanitario...etc. Y es así como se puso a ingeniar espacios apropiados para tales actividades, y con ello adecuar sus correspondientes interiores.

Y de esa manera es por lo que, del mismo modo que el hombre fue inventando los utensilios que iba a necesitar para solventar sus necesidades (vasija, lámpara, bisturí, ordenador…y así centenares de objetos), para lo cual tuvo que diseñarlos, a fin de que desde su concepción eidética acabaran en su plasmación material, así también iba a requerir dispositivos, instalaciones…, o sea, “escenarios” donde llevar a cabo todas esas tareas que iban a configurar su vida. En definitiva, el ser humano acabó por, idear, diseñar, proyectar y construir su hábitat.
Y en este punto es donde el diseñador de interiores ha venido a concebir la mejor adaptación de las edificaciones residenciales, lúdicas, hospitalarias, docentes… y sus oportunas estancias para los múltiples fines de la existencia humana. Interiores donde la luz, la diferente espacialidad otorgada a los mismos, la disposición de sus dependencias, etc., hace que dormitorios, salas de estudio, mostradores de recepción hotelera, escaparates comerciales, mobiliario, etc., requieran profesionales que sepan aunar la funcionalidad con la esteticidad. El interiorista debe procurar que se armonicen belleza y utilidad, espacio y habitabilidad, colores y formas, objetos y cuantos elementos disponga en esos interiores a fin de que el hábitat sea más confortable, apetezca estar en él, vivir en él, desarrollar él sus actividades lo más satisfactoriamente posible.

Ciertamente el arte no es diseño, ni el diseño es arte, ni el interior de una edificación es su tectónica, pero requiere de esta. Es decir, que aunque todos estos aspectos sean ciertamente distintivos, son sin embargo mutuamente necesitantes. De la transversalidad y conjugación de dichos factores surgirá un punto para que el encuentro y el desarrollo del individuo sea más vivible, más humano.
De ahí que, iniciativas como la que esta exposición recoge, demuestran y ponen en valor la importancia de esta tarea sustanciada en la profesión de interiorista, de los “hacedores” de espacios que no sólo los crean, sino que con ello, con su buen hacer, enriquecen nuestra percepción del entorno. Del espacio interior primigenio –el útero materno– hasta la casa en sentido amplio, artificialmente materializada por el hombre, con su espacialidad interna, se entrelaza toda una progresión de diseño, de desarrollos prácticos, ornamentales, económicos y sociales que mejoran la existencia mundana de cada una y uno de nosotros.

7.11.11

Bueno para Comer, el espíritu de los antiguos ultramarinos

Estilos de vida, la sección de La Cartelera de Levante-EMV que cada semana recuepra uno de los espacios de la guía urbana editada por el CDICV, se detiene esta semana en Bueno para Comer, un delicada tienda de productos gastronómicos nacionales y de importación ubicada en los bajos de un edificio de 1923. El proyecto de rehabilitación del local fue realizado por Andrés Alfaro Hofmann con la idea de mantener la estructura del antiguo comercio y recuperar, en la medida de lo posible, su espíritu gastronómico.

"Al entrar nos encontraremos con un local recogido, con paredes cubiertas de estanterías de madera, donde la única intervención, además de su recuperación, ha sido la modificación de la línea de muebles bajos, realizados también en madera oscura y diseñados con líneas simples, logrando así una mínima interferencia con la estructura original, y que tiene su continuidad con el pequeño mostrador que sirve de vitrina de frío", describe Fernando Ortuño. "El pavimento se ha resuelto con un parqué de madera rojiza que termina de definir la calidez del local. Y las paredes que quedan libres están pintadas en color beis. En el techo, la escocia perimetral de escayola y los tubos de la instalación eléctrica, indicativos de su antigüedad, se han pintado de blanco para resaltar la altura. La iluminación está basada en la luz natural, apoyada por dos bolas de cristal blanco que nos recuerdan las utilizadas en las construcciones de los años treinta. En el centro, una lámpara realizada con copas por el diseñador irlandés Ray Power, que hace referencia a la extensa carta de vinos nacionales y de importación (en especial, alemanes) que allí podemos encontrar".

"En Bueno para Comer encontraremos un local que recupera la esencia y el sabor de nuestros tradicionales ultramarinos, con la oferta más actual en gastronomía y donde, además de comprar, podemos degustar algunos de sus productos".